Una bendita pregunta, muy concreta, pero con una cantidad interminable de respuestas. No hay forma de unificar criterios y de poder calificar los momentos, circunstancias, triunfos, derrotas y sensaciones para darle forma a una puntuación final.

Laver, Lendl, Vilas, Borg, Connors, Agassi y Sampras, entre otros, formaron parte en algún momento de este misterio. Sus hazañas son recordadas y por momentos se creyeron insuperables, aunque no fue así.

Como en tantas películas o series, donde los mayores rivales terminan trabajando juntos para derrotar a un enemigo o fuerza mayor, Federer y Nadal, reyes absolutos de la era moderna del tenis, vieron como poco a poco la espuma de su rivalidad aflojaba para darle paso a un “villano” necesario: el nacido y criado entre bombas enemigas, Novak Djokovic.

¿Qué se necesita para ser el mejor tenista de la historia?

Para ser el mejor tenista de la historia se necesitan algunos ingredientes. El primero, fundamental y excluyente, es tener los títulos en la vitrina. Grand Slam, Masters 1000, Torneo de Maestros, JJ.OO y Copa Davis son algunas de las casillas que hay que marcar si o si para ser llamado a la mesa grande.

Pero ya no alcanzan con tildarlos todos, hay que dominarlos una y otra vez. Y ese es el problema con estos tres jugadores: sacaron todo de contexto.

Cuando mirás los Roland Garros de Rafa Nadal, los Wimbledon de Federer o los Australia de Djokovic, se puede entender el por qué es muy difícil que se repita una generación así.

Además, no sólo por sus victorias estos tenistas han llevado el juego a otro nivel: la mentalidad combativa de Rafa, el andar suelto y elegante de Roger para jugar y el vivir pura y exclusivamente para este deporte, como Nole, pusieron la vara en otra dimensión, e hicieron que el peso que recae sobre las nuevas generaciones los aplaste sin siquiera ponerse en marcha.

Ningún joven pudo hacer sucumbir a estos viejos trapos. A pesar de los años, el kilometraje, las lesiones y haberlo conseguido todo, jugadores como Novak Djokovic siguen destruyendo mentalmente a las nuevas raquetas, tal como lo hicieron en el pasado con rivales de envergadura como Ferrer, Tsonga, Berdych, Del Potro, Cilic y una extensa lista que continúa a lo largo del ranking.

Uno los ve entrar a la cancha junto al serbio y, a pesar de que lo ponen contra las cuerdas, no pueden bajar la guillotina. Porque cuando la cabeza del serbio está entregada a la cuchilla, los mira fijo, detenidamente, con todo en contra, y les hace temblar el piso. Devuelve todo. Responde el doble. Está hecho para momentos críticos: un jugador en las antípodas del moderno que lucha contra la ansiedad y el miedo, el malestar constante del fracaso. En su mentalidad no hay lugar para ellos.

¿Es Djokovic el mejor tenista de la historia?

Probablemente Novak Djokovic sea el mejor tenista de todos los tiempos. Con Federer retirado, y Nadal buscando recuperar su físico para despedirse del circuito apropiadamente, ya no tiene amenazas al corto plazo. Máximo ganador de Grand Slam (único en haberlos ganado a todos tres veces), máximo ganador de Masters 1000, máximo ganador del Torneo de Maestros y más tiempo en el número uno del ranking ATP. Ganador de la Copa Davis y medallista de bronce en los Juegos Olímpicos. De hecho, la medalla de Oro olímpica en París 2024 puede ser el único objetivo que le quede a Novak, mucho más teniendo en cuenta el sentimiento nacional del jugador por su país.

Incluso en los historiales contra Roger y Rafa está por encima de sus legendarios adversarios. Entonces, a pesar de que probablemente el amor de los fanáticos esté del lado del español y el suizo, Nole ha sido el villano necesario de la historia, que los potenció, que enalteció una era, que rompió lo que era una dupla para convertirlo en un triángulo equilátero, hasta que logró con números y logros separarse del resto.

¿Podrán superar a Novak Djokovic? ¿Quién es la próxima gran leyenda del tenis?

Tras muchísimas frustraciones al ver que ningún joven podía destituir al Big 3, como Zverev, Medvedev, Kyrgios, Dimitrov y una larguísima lista de etc, llegó Carlos Alcaraz. Tiene apenas 20 años y es, por lejos, la cara visible del tenis en la próxima década. Nacido en España, fue entrenado en la mismísima academia de Rafael Nadal (si, incluso tuvieron que preparar y entrenar sus reemplazos) y se juega al paralelismo con su compatriota por el punto en común de sus mentalidades aguerridas, luchadoras y totalmente competitivas dentro de la cancha, sin dar por perdido un solo punto. Aunque también vale destacar que, por la excelencia de su juego diestro, hay momentos de pinceladas Rogerístas.

Su especialidad es el polvo de ladrillo. Aun así, sus dos grandes hazañas fueron el título en Wimbledon2023 y el Us Open2022. Tiene cuatro enfrentamientos contra Novak Djokovic y un récord de 2 a 2, siempre en instancias decisivas y siempre llevando al límite a su rival, que bromeó acerca de su increíble juego y el parecido con su antecesor: “Sabes, esto de un español llevándome al límite, ya lo he vivido”.

Y es que Nole estuvo en el ojo de la tormenta los últimos años, pero no hay que olvidar aquel joven que disfrutaba imitando compañeros en la previa de los torneos, sumamente gracioso y un hombre que se preocupó en aprender más de cuatro idiomas para poder contestar siempre que haya una pregunta, o un fan pidiendo un favor.

Puede que tenga actitudes que chocan a rivales y fanáticos, pero no es fácil vivir siendo él.
Ser el menos querido de un tridente histórico. Ser el villano que no tuvo opción de rechazar. Defender sus creencias, aunque estas cuesten caras, deportiva y personalmente.

Novak Djokovic se ha ganado el derecho de que hablemos de él como el mejor de la historia. Y su bolso, además de contener sus raquetas, prometen guardar una épica más.

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