Agosto 2022. Juan Reynoso vivía uno de los días más felices de su vida profesional y es que ser el entrenador de la Selección Peruana era un objetivo que tuvo desde el primer momento que decidió iniciar la etapa de director técnico.

«Este es un sueño de vida. Me mueve haber llegado aquí para poder sumar en todos los sentidos», dijo el día de su presentación, en el que se recordó los títulos que ganó con Universitario, Melgar, Bolognesi y Cruz Azul.

El inicio de Juan Reynoso fue esperanzador, aunque con deuda en el juego. Las victorias posteriores a su debut ante México generaron expectativas hacia un 2023 en el que comenzaban las Eliminatorias mundialistas, las cuales terminaron por desaparecer con el final de temporada.

2023, el adiós para Juan Reynoso

El 2023 lo comenzó la Selección Peruana sosteniendo amistosos ante rivales de una jerarquía superior, conjuntos que incluso formaron parte de Qatar 2022.

Alemania, donde Reynoso utilizó solo por unos minutos un sistema con línea de 3, dio una lección en Mainz, mientras que contra Marruecos fue igualdad sin goles, pero sin rematar a la portería rival. En concreto, no se registraron disparos al arco en dichos amistosos, por lo que los cuestionamientos hacia el proyecto aparecieron.

En junio, con el regreso del histórico y veterano Paolo Guerrero, Perú derrotó a Corea del Sur. El lado positivo de aquel funcionamiento quedó de lado por la goleada 4-1 que propinó Japón. Resultado y superioridad en juego muy marcados, justo en el último ensayo previo a los partidos oficiales.

En Ciudad del Este, cuando se creyó que el 0-0 contra Paraguay podría ser el génesis de la recuperación, un gol en los minutos finales de Marquinhos, en el choque con Brasil en el Nacional, se trajo abajo los ánimos.

Chile y Argentina en octubre, aún sin Gianluca Lapadula por lesión, se buscó puntuar, aunque el desempeño fue el mismo: Derrotas, sin asomo de recuperación o sostén de lo positivo de la jornada doble anterior, y todavía sin rematar a portería.

Juan Reynoso, víctima de sí mismo

Juan Reynoso fue esclavo de sus propias declaraciones, las que hicieron mella en la estabilidad de su ciclo en Videna. Tras el 0-2 con la albiceleste, el técnico lanzó críticas que, en lugar de construir, hicieron todo lo contrario.

«Lastimosamente, Bryan (Reyna) y Joao (Grimaldo), quienes gozan de un talento impresionante, no están ni para sostener 60 minutos. Es carencia de la liga local», sostuvo. Las frases continuaron, lejos de una crítica puertas adentro. «Ahora el fútbol habla de expectativa de gol y no de tiros al arco» o «la estadística es cuestión de interpretación».

Se empezó a construir una imagen de estar con la espada al aire, cauto ante cualquier crítica, y Reynoso daba un perfil de que los que están fuera de la FPF o alejados de su entorno, no entendían el fútbol actual. «Somos nosotros contra todos los demás».

La Paz no fue para la selección en Bolivia. Piero Quispe debutó asumiendo protagonismo, aunque sosteniéndose la deuda colectiva para una derrota más. El DT, una vez más, se contradijo al decantarse en la alineación por jugadores de la liga local.

El resultado hizo que se filtrara la decisión de la salida del entrenador, que tomaba más fuerza. Ni un triunfo ante Venezuela en Lima, que al final fue empate, daría marcha atrás. Los objetivos no se alcanzaron y el funcionamiento en el campo era evidente. Con seis fechas del camino a la Copa del Mundo, solo se logró un gol, dos unidades y el último lugar de la clasificación.

Juan Carlos Oblitas, director de fútbol de la Federación, fue el que le comunicó la decisión de cortar el ciclo. Sin embargo, en Videna se vieron ante un Juan Reynoso que no quería salir del cargo, porque todavía consideraba tener la capacidad de revertir la situación.

Las negociaciones duraron días y por el lado del técnico no se daba el brazo por torcer. Finalmente, Reynoso hizo retrospectiva, y más allá de que a diario iba a la Videna para cumplir con sus labores, ambas partes llegaron a un acuerdo para dar por terminado el vínculo.

Lo que empezó con un proyecto que abría espacio a un seleccionador peruano de regreso al banco, bajó el telón con un cuadro en el momento más cuestionado de los últimos años. El sétimo puesto de las Eliminatorias no está lejos, pero el camino de recomposición tendrá que recorrerse sin Juan Máximo.

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