El futbolista de Estudiantes de La Plata sufrió convulsiones en el encuentro ante Boca Juniors por la Copa de la Liga y tuvo que ser retirado directamente en ambulancia a una clínica. Lamentablemente en los últimos años hubo situaciones similares en distintas partes del mundo.
Javier Altamirano se descompensó en medio del encuentro donde Estudiantes de La Plata hizo de local de Boca Juniors y encendió las alarmas de todo el Estadio Uno que rápidamente llamó a la ambulancia que se lo llevó a una clínica donde lograron estabilizar al jugador. El encuentro fue suspendido y el caso de Altamirano recordó rápidamente otras situaciones similares, donde el fútbol quedó en un segundo plano.
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Una de las situaciones más críticas en el último tiempo fue la descompensación de Christian Ericksen durante un Dinamarca-Finlandia en la Eurocopa 2020, en Copenhague. El adanés, que en ese entonces era jugador del Inter de Milán, sufrió un paro cardíaco y después los médicos informaron que estuvo clínicamente muerto hasta que lograron reanimarlo y fue trasladado consciente al hospital. El partido continuó jugándose un rato más tarde, cuando los daneses confirmaron que Eriksen estaba bien.
A fines del año pasado, algo similar se vivió en la Premier League de Inglaterra, cuando Tom Lockyer, el capitán de Luton Town, cayó tendido en el césped del campo de juego del Bournemouth. Lockyer también tuvo un paro cardíaco pero con la diferencia de que el galés tenía antecedentes cardíacos. La Premier suspendió el partido, que estaba 1-1 al cabo de los 15 minutos del segundo tiempo, y días después decidió repetir el partido empezando de nuevo. Este año en Qatar también se dio un caso como el de Altamirano: el francés Andy Delort se cayó al suelo y convulsionó.
En Italia, en 2021, se dio un caso en la Serie B en el partido entre Salernitana y Ascoli donde el polaco Patryk Dziczek se desplomó minutos después de entrar al partido y sufrió un ataque de epilepsia. Uno de los casos más recordados en Europa sucedió ya hace 12 años cuando Fabrice Muamba, que jugaba para el Bolton, se desplomó en pleno partido ante Tottenham, por la FA Cup. En la ambulancia camino al hospital le dieron descargas con un desfibrilador y tampoco reaccionaba. Estuvo 78 minutos sin que le latiera el corazón, pero milagrosamente se recuperó después de un tiempo internado en coma.

La situación de Abdelhak Nouri, que sufrió un paro cardíaco en 2017 jugando un amistoso para el Ajax, terminó con el jugador con dos años y nueve meses en coma después de aquel episodio. El daño cerebral lo llevó a un larguísimo coma inducido del que logró recuperarse, pero jamás pudo volver a jugar al fútbol.
Uno de los casos más dolorosos en la historia reciente fue el de Antonio Puerta, símbolo del Sevilla, que sufrió una convulsión en pleno partido, y tras el susto inicial, se había recuperado y llegó caminando al vestuario, sin embargo allí volvió a desmayarse cuatro veces más más y fue trasladado al hospital. Pocos días después y tras muchas horas críticas falleció el 28 de agosto de 2007 a las 14:30 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El diagnóstico final fue que falleció por una displasia arritmogénica del ventrículo derecho.
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